viernes, 25 de abril de 2008

UNA IMAGEN

y me encuentro frente a aquel túnel solitario, un camino dentro de la incandescencia del sol, eran la vestimenta de aquel árbol que se reproducía entre el envés y haz de las hojas. Al final, una remembranza de un viaje soñado, una caminata por las antiguas ruinas de una ciudad vista en caricaturas, un sueño de la niñez que quizás se hará realidad, pero no con la misma ilusión que evoca la inocencia de un ser al que le sobran las preguntas. Es un camino hacia la felicidad , pero no deja de ser una camino, que ahora puede estar resplandeciente ante mi, sobre mi y debajo de mi, pero que en algún momento se hará oscuro, y entonces, nacerán aquellos demonios que invaden al mundo, la inseguridad que no te deja avanzar, el miedo que te roba las fuerzas para seguir tu camino, pero sobre todo esa oscuridad que se viste de muerte y te susurra al oído que es ella la única verdad en tu vida, y que es la vida la que se convierte en el reloj que mide el logro de tus sueños y peor aun, la que se desvanece sin siquiera haber soñado.